4 razones para NO vender el ALMA de tu diseño a Canva

Una imagen corporativa bien construida es el primer paso para lograr el éxito de un negocio, desde el más humilde de los proyectos de emprendimiento a las mayores multinacionales del planeta.

Canva maquilla nuestro alma con estandarización.

Si existe un «alma» de los negocios, ésta reside en los intangibles, en los sentimientos que provoca la marca en el cliente (o potencial cliente) cada vez que se produce un impacto de la misma.

El aspecto exterior que una marca adopta, cómo se pone guapa para ser deseada, qué dice y cómo lo dice, cuán fiel es a sus promesas, forman parte de ese idilio marca-consumidor que a cualquier negocio le gustaría fuese eterno.

Por ello si estandarizamos o descuidamos una parte de ese todo que es la marca, el alma de un negocio, estamos descuidando una parte fundamental del idilio.

 

1 – Si vendes tu alma a Canva porque tienes cero capacidad de diseño, seguirás teniendo cero capacidad y además se notará mucho

Es hora de que lo asumas, si no hay un diseñador en ti, Canva no va a lograr que lo seas. Si no tienes ni idea de por dónde se coge una guitarra, hacer récord de puntos en Guitar Hero no te convierte en guitarrista.

De igual manera, si piensas que la teoría del color es un manifiesto neoyorquino de la comunidad afroamericana en los 60’s, ponerte a hacer pinitos con Canva no hará de ti el nuevo Mariscal preolímpico. Asúmelo.

Si para ti una fuente con serifa es un manantial vigilado en el oeste por una moza con pistola, hacerte adepta de la santa iglesia de nuestra señora del Canva no te insuflará creatividad divina de la muerte.

 

Imagen de "diseño" creada con canva
Alltogether no se hace responsable de esta imagen o sólo parcialmente, porque ha sido creada con Canva

 

En resumen, el tiempo que vas a dedicar a hacerte patético con diseños casposos y tres tipos de fuentes distintas, puedes dedicarlo mejor a buscar clientes, adquirir nuevas habilidades en los dominios de tu especialidad o saltar a la pata-coja con tus ahijadas. Tiempo en todos casos mejor empleado que hacer un truño en Canva.

 

2 – En el mejor de los casos, Canva sólo conseguirá que parezcas un sucedáneo

Pongamos por caso que eres buena diseñando, tienes gusto, sabes cómo utilizar el color, las jerarquías de textos e imágenes, la armonía de fuentes y unas cuantas cosas más. Aún así, Canva, en el mejor de los casos sólo conseguirá que parezcas una buena imitación de no sé qué o quién.

Canva no es el camino de la originalidad, tenlo por seguro

Otra imagen chunga creada con Canva
Alltogether tampoco se hace responsable de este otro truño creado con Canva

 

3 – La versión de pago de Canva tampoco resolverá tu falta de gusto o criterio

La versión Pro de Canva tampoco hará de ti una gran diseñadora. Los atajos existen, pero si no has estudiado diseño, bellas artes o algo que se le parezca tendrás el mismo criterio que un bebedor de taberna snob frente a un sumiller profesional a la hora de comentar un vino.

Existe una versión de pago de Canva pero únicamente te da acceso a nuevos recursos (que por otra parte también puedes encontrar en otros lugares, como pexels para el caso de fotos y vídeo libres de derechos o pixabay para el caso de vectores y otros recursos gráficos).

Vamos, que Canva Pro sólo te convierte en «Pro» de pagar todos los meses.

De nuevo, el «alma» de tu negocio pisoteada sin criterio porque te pensabas que eras un gran artista y de repente te das cuenta que Pro tampoco es la varita mágica y además en tu cuenta cae un cargo nuevo todos los meses y encima no tiene series de estreno.

 

4 – Tus diseños editables guardados en el almacén de otro

Si los diseños en Canva te los hace el cuñao con el que te peleas todas las navidades a cuenta de un partido político de color verde-vómito y luego no te quiere pasar el acceso a Canva o si el día de mañana Adobe compra Canva y esta herramienta desaparece, tus diseños también.

No vamos a ser apocalípticas, pero todo lo que es nube es riesgo de lost irreparable. Me diréis que un disco duro también.

Pero tener todos tus diseños en Canva, sólo editables con la herramienta de Canva, te hace rehén, quieras o no, de la herramienta.

Eso implica que mañana puedes verte abocada a pagar porque deja de ser gratuita o a cumplir una u otra condición, a que tus diseños libres sean ultra-limitados, a que caiga un meteorito y nos extingamos.

Los modelos freemium están condenados a eso: alguien en algún momento tiene que pagar para que el negocio sea rentable. Ese alguien vas a ser tú, y lo sabes.

Entre tanto, has hecho muchos diseños gratis, sí, pero a costa de haber despersonalizado tu marca y haber hipotecado todas tus creatividades.

Es posible que cuando veas que eres igual que las demás, vengas a Alltogether. Nosotras te abriremos los brazos y siempre estaremos dispuestas a enderezar cualquier cordera descarriada.

 

Imagen fea como un dolor hecha en Canva
Imagen fea como una declaración trimestral de IVA hecha en Canva

 

Si no quieres que las cosas lleguen tan lejos y lo que sí quieres son diseños con alma para tu negocio, sólo tienes que alltogetherarte. Haz clic aquí.

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