El logotipo es el resumen concentrado de lo que llamamos identidad corporativa, que a su vez debe ser reflejo de los valores, actividades, filosofía de una empresa o negocio.
Captar y retener, generar engagement hacia una marca, y sobre todo obtener recomendaciones de compra forman parte del sentiment que es capaz de generar un negocio. Emociones, al fin y al cabo, esa energía no fósil que mueve el mundo (y las decisiones de compra).
Por eso una marca instalada en el corazón del consumidor es capaz de sobrevivir incluso a la propia actividad de la empresa (y renacer con ella, como Kodak)
Las marcas pueden sobrevivir incluso a los cataclismos que ponen en peligro la empresa |
¿Qué te recomienda Alltogether a la hora de crear un diseño de logotipo memorable?
1 Empezar por el principio: quién y cómo eres, a qué te dedicas, cuál es tu propósito. Tomate el tiempo de reflexionar a tu empresa o negocio. Si ya tienes actividad, pregunta a tus amigos, a los empleados, clientes, incluso a quienes nunca te han comprado ni lo valoran.
Cómo te ven, qué conocen de ti. Si ya tienes una marca, qué transmite, qué sentimiento genera. Haz una lista con todo aquello que te identifica, no sólo con lo que te define sino con todo lo que representa tus aspiraciones. Reflexiona sobre quién eres como empresa y quién aspiras a ser, en definitiva.
2 Elegir un buen naming: hay que joderse con el inglés, pero qué queréis, los diseñadores somos así de guays. Como los marketeros y los programadores, decimos cosas en inglés para parecer más cultivados y profesionales.
Si te temblaron las piernas cuando tu suegra te dijo que ese nombre que habíais elegido “no le pegaba” a su nieto, tienes la sensibilidad adecuada para saber que elegir un nombre es un paso crucial para un negocio.
Si no, puedes acabar llamando a tu empresa “Viuda y herederos de Fulgencio Malaspina Bohórquez” y pretender exportar piezas de precisión para motores al continente asiático.
Elegir un nombre para tu empresa o negocio es un acto tan profesional como presentar correctamente los impuestos a Hacienda (incluso más). Además. el nombre te acompañará toda la vida, es un bautizo en toda regla, aunque no le eches agua por encima a tu socia o estampes una botella de Codorniu en la fachada de tu nave.
3 Todo es de color: no voy a reflexionar sobre la teoría del color. En Alltogether nos gusta ser directos. Un color bien elegido va a ayudar a tu empresa a transmitir mejor su propósito. ¿Porque lo decimos nosotras? ¿Porque había que rellenar los cuatro puntos de este artículo de blog?
Porque es así. Cuando ING, primer banco enteramente online de una marca desconocida en España vino a nuestro país a finales del siglo pasado (no existían redes sociales y Elon Musk era el friki del colegio) a pedirnos ahorrar en sus depósitos, lo hizo principalmente confiando su comunicación a un color, el naranja, hasta tal punto que llamó así a su producto principal.
¿Casualidad? No, casualidad es que aún te hables con tu cuñado.
El color naranja es el color de la confianza. Muy probablemente el “banco amarillo” y la “cuenta amarilla” habrían tenido un éxito, de entrada, muy distinto. Hoy, más de 4 millones de españoles son clientes de ING. El banco naranja, como su logotipo.
Las marcas utilizan los colores, incluso cuando eres una petrolera y quieres hacer greenwhasing |
4 Arquitectura de un logotipo: tamaños, equilibrio, proporciones, isotipo o logo tipográfico, aplicaciones a diferentes soportes, versiones en negativo, sobre fondos, para iconos de redes sociales, favicon para tu web, tipo de tipografía. Son muchos los aspectos a valorar y son muchas las versiones previas a ejecutar hasta dar con el logotipo adecuado para cada proyecto.
5 Confía en un profesional: es posible que si tienes una sobrina influencer o un primo camionero que manejan canva a las mil maravillas te habrán dicho alguna vez eso de “el logo te lo hago yo en cinco minutos con el canva”. Incluso es posible que hayas visto una publicidad en plan “tu logotipo online desde 10€”.
Tengo malas noticias: una mala identidad corporativa, un mal nombre, una mala aplicación de la marca a un soporte te pueden costar muchísimo más dinero del que crees estar ahorrando.
La imagen que transmita tu empresa desde el primer minuto tendrá mucho que ver con las posibilidades de éxito de la misma. Si tu marca tiene más de quince años, como si los tiene tu coche, también es momento de pensar en renovar. Ponte en contacto con nosotras, charlemos de tu proyecto, seguro que somos capaces de hacerte una propuesta tan indecente como irresistible.